Dossier

Salud, escuela y ruralidad en Chile y Argentina, fines del siglo XIX e inicios del XX

Health, schooling and rurality in Chile and Argentina, late 19th and early 20th centuries

Saúde, escolaridade e ruralidade no Chile e na Argentina, no final do século XIX e início do século XX

Astrid Dahhur
(Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales-Universidad Católica Argentina-Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), Argentina
Adrián Cammarota
(Universidad Nacional de La Matanza- Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), Argentina

Estudios Rurales. Publicación del Centro de Estudios de la Argentina Rural

Universidad Nacional de Quilmes, Argentina

ISSN: 2250-4001

Periodicidad: Semestral

vol. 13, núm. 28, 2023

estudiosrurales@unq.edu.ar

Recepción: 15 Noviembre 2023

Aprobación: 17 Noviembre 2023



Resumen: En los últimos años la historia social de la salud y la enfermedad profundizaron sus estudios tomando como epicentro los escenarios de la trama urbana. La escasez documental, su dispersión y el protagonismo de las ciudades han hecho que la campiña no haya sido estudiada con la misma densidad que las ciudades. Sin embargo, lentamente los espacios rurales han comenzado a ser foco de interés de los/as investigadores/as contribuyendo a enhebrar las tramas históricas de las ruralidades pensadas como constructos culturales más que geográficos. Por lo tanto, el objetivo de este dossier es contribuir a las pesquisas sobre la salud y educación rural en Chile y Argentina desde fines del siglo XIX hasta mediados del XX, analizando las políticas de salud públicas, las representaciones de las comunidades en torno a la medicina popular y de las niñeces indígenas y el rol que jugó la escuela en la atención sanitaria. Bajo el amparo de una perspectiva interdisciplinaria, la propuesta nos invita a pensar la problemática desde diversas posturas metodológicas y conceptuales del campo de las Ciencias Sociales.

Palabras clave: Chile y Argentina, espacios rurales, medicina, escuela.

Abstract: In recent years, the social history of health and illness has deepened its studies, taking as its epicenter the scenarios of the urban space. The scarcity of documents, their dispersion and the importance of the cities have meant that the countryside has not been studied with the same density as the cities. However, rural areas have gradually begun to attract the interest of researchers, contributing to the interweaving of the historical fabric of ruralities as cultural rather than geographical constructs. The aim of this dossier is therefore to contribute to research on rural health and education in Chile and Argentina from the late nineteenth to the mid-twentieth century, analyzing public health policies, community representations of folk medicine and indigenous children, and the role of schools in health care. Under the protection of an interdisciplinary perspective, the proposal invites us to think about the problem from different methodological and conceptual positions in the field of social sciences.

Keywords: Chile and Argentina, Rural areas, Medicine, Schools.

Resumo: Nos últimos anos, a história social da saúde e da doença tem aprofundado seus estudos, tendo como epicentro os cenários do meio urbano. A escassez de documentos, sua dispersão e a proeminência das cidades fizeram com que o campo não fosse estudado com a mesma densidade que as cidades. No entanto, os espaços rurais começaram lentamente a ser o foco de interesse dos pesquisadores, contribuindo para a construção do tecido histórico das ruralidades como construções culturais e não geográficas. Portanto, o objetivo deste dossiê é contribuir para a pesquisa sobre saúde e educação rural na América Latina do final do século XIX até meados do século XX, analisando as políticas de saúde pública, as representações comunitárias da medicina popular e das crianças indígenas e o papel desempenhado pelas escolas na assistência à saúde. Com uma perspetiva interdisciplinar, a proposta nos convida a pensar o problema a partir de diferentes posições metodológicas e conceituais no campo das Ciências Sociais.

Palavras-chave: Chile e Argentina, Espaços rurais, medicina, Escolas.

Presentación- Salud, escuela y ruralidad en Chile y Argentina, fines del siglo XIX e inicios del XX

El presente dossier propone como eje central analizar el entroncamiento entre salud/enfermedad, la injerencia de los saberes médicos y empíricos en los espacios rurales latinoamericanos desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Comprendemos que la ruralidad como territorialidad, aglutina a varios actores sociales por lo cual es incorrecto ligar el término detrás de un concepto ecuménico. Existen diversas ruralidades que difieren entre sí según las formas de propiedad de la tierra, la producción (Civera Cerecedo et al., 2011) y en las relaciones socioculturales de sus integrantes. En la agenda de análisis es dable pensar las implicancias sociohistóricas y marcos teóricos adecuados que permitan la reflexión epistemológica de la ruralidad desde un anclaje polifónico, a pesar de la escasez documental que caracteriza a este objeto de estudio (Agostini, 2014, p. 33). Podemos observar la referencia a las culturas agrarias ligadas con el territorio y canalizada en una red de relaciones que complejizan la construcción social del espacio, la participación desigual de los individuos, las particularidades de las políticas públicas estatales (Girbal-Blacha, 2014) y, sobre todo, la preponderancia de estructuras culturales disímiles en los imaginarios de las comunidades aborígenes, criollas e inmigrantes (Cammarota, 2023b, p. 33).

Los espacios rurales han sido objeto de interés por parte de las Ciencias Sociales desde inicios del siglo XX. En un principio, la ruralidad y lo urbano merecieron la atención de la geografía, amalgamando una serie de debates sobre qué es el espacio, el lugar o el no lugar (Capdepón, 2004). Coincidimos con Michel de Certeau en cuanto a que el espacio es un lugar practicado, es decir que rompe con lo abstracto del concepto y, adquiere nuevas significaciones acorde a múltiples convenciones sociales según el tiempo en el que se realicen, mutando continuamente (De Certeau, 1996, p. 127).

Para el autor, los espacios remiten más que a una visualización de la distribución de los objetos y de las personas, son en realidad, “un acto culturalmente creador” (1996, p. 135). Es allí donde las acciones de los individuos reconfiguran estos lugares para dotarlos de otra funcionalidad de acuerdo con prácticas sociales que se transforman a lo largo del tiempo (Barnes, 2005), ya sea intentando modificar imaginarios anclados en antiguas estructuras por parte de las elites dirigentes o producto de las vivencias atribuidas a las comunidades locales que habitan el territorio. Las pesquisas que componen este dossier ejemplifican parte de esas construcciones/transformaciones a través de las prácticas de distintos agentes ligados al campo de la salud y del campo educativo. Discursos, prácticas y representaciones de curanderos, médicos, maestros/as, son algunas de las temáticas que circulan en los textos que nos presentan las autoras, dando cuenta a ciertas especificidades en cada caso que, si bien transitan por caminos diversos, los condicionantes y la vocación por implementar una agenda sanitaria comparten, históricamente, nexos en común.

Los estudios latinoamericanos han tendido a separar tanto los espacios rurales de los urbanos en marcos explicativos contrapuestos. Dicha interpretación se corresponde con los debates sobre la geografía rural auspiciados tanto en Europa como en Estados Unidos a inicios del siglo XX, momento en el cual los cientistas sociales consideraron que “lo rural” y “lo urbano” eran “entidades” contrapuestas. Desde la escuela francesa se centraron en analizar los factores de formación de las culturas agrarias abarcando asuntos ligados con los imaginarios, la religión, lo jurídico, lo étnico, los medios técnicos y la influencia de las políticas públicas, entre las que podemos mencionar a la educación y a los procesos de medicalización social (Gaignard, 1960). Así, la escuela sociológica americana, teoría de la modernización mediante, incentivó esta dicotomía de lo rural y lo urbano siendo el primero definido por oposición al segundo (Aparicio et al., 2019; Rogers, 1973). Dicha interpretación primó hasta la segunda posguerra, momento en el cual comenzaron a ser analizados, no como categorías sociológicas, sino como espacios culturales, prestando atención a la circulación de personas, prácticas y conocimientos entre lo urbano y lo rural. El cambio más significativo se dio a partir de los escritos de Raymond Williams al formular el concepto de “construcción social” para definir la ruralidad como resultado de las práctica y de las relaciones entre las personas (Williams, 2001, p. 410).

En otro nivel, la relevancia de los estudios sobre ámbitos rurales entronca con la agenda higienista y educativa de fines del siglo XIX forjados por los jóvenes Estados -Nación en Latinoamérica frente a la necesidad de monitorear las situaciones sanitarias, detectar o prevenir enfermedades. Con la creación de organismos nacionales y la conformación de una burocracia médica y educativa se bregó por erradicar las enfermedades infectocontagiosas, los azotes epidémicos, el analfabetismo o las costumbres nocivas como el alcoholismo que obstaculizaban el despliegue de la gubernamentalidad de dichos Estados. En esta dirección los estudios sobre salud/enfermedad en los espacios rurales destacan los rasgos que asumieron las políticas sanitarias reforzadas por las perspectivas internacionales de la salud en América latina, en que se dirimían modelos de aplicación entre los propios actores sanitarios, como el saneamiento rural de la malaria (Álvarez, 2010). En general, los noveles estudios rurales que enfatizan en la salud y la enfermedad se apartan de los esquemas de análisis preestablecidos por la historiografía urbana pincelando interpretaciones históricas menos lineales.[1]

Sobre este escenario, la escuela rural también constituyó un lugar ad hoc colonizada por los saberes de la medicina para la transmisión de mensajes y prácticas pedagógicas ligadas con el cuerpo sano e higiénico (Reyna, 2019, Cammarota, 2023b), pero con sendos obstáculos para sortear el desafío que representaba la escolarización rural, una de las problemáticas esbozadas por las investigadoras Patricia Palma y Constanza Rojas para el estudio del altiplano chileno. Y, es que la ruralidad y sus convenciones sociológicas escenificaban características marcadas por una baja densidad poblacional sujeta a los vaivenes económicos y a la circulación de personas por los cambios en los procesos productivos, el predominio de la geografía agreste, el trabajo infantil o la desidia de los adultos con respecto a las niñeces, poniendo acento a las limitaciones para la extensión de los servicios de salud y educación. A pesar de ello, los funcionarios estatales como los y las maestros/as y personal médico esbozaron descripciones que se amparaban en representaciones subordinadas al modelo civilizatorio europeo donde la raza y la biología jugaban un papel fundamental en los ensayos por desterrar las tramas disgenésicas que afectaban a la población, imágenes presentes en el análisis de Vanessa Barrionuevo sobre las memorias de maestros quienes describieron el estado material, psicológico e higiénico de las niñeces rurales en Santiago del Estero (Argentina).

Sobre estos amplios márgenes geográficos y culturales descriptos el arte de curar se extendió nominalmente permitiendo el cruce entre la experticia médica y los conocimientos autóctonos anclados en la medicina popular. El dossier inicia con el trabajo de Astrid Dahhur quien, a través del estudio de documentación judicial de mediados del siglo XX en la provincia de Buenos Aires, Argentina, reconstruye las relaciones de poder entre curanderos, médicos, políticos y pacientes. Al mismo tiempo, plasma cómo las relaciones interpersonales entre los agentes médicos no diplomados y sus pacientes generaban lazos de lealtad y confianza basados en curas y prácticas culturales socialmente reconocidas en la campaña. El texto ilumina una de las vetas menos visitadas en los estudios de salud/enfermedad: frente a las evidentes señales por imponer un modelo sanitario por parte de la medicina diplomada, aparecieron en la sociedad civil un conjunto de actores con los que los galenos tuvieron que dialogar o negociar para llevar a buen puerto sus propuestas sanitarias no sin demasiado éxito.

Con un interesante enfoque microhistórico, Patricia Palma y Constanza Rojas nos conducen al altiplano chileno, a Putre en Arica, una región clave a nivel geopolítico desde fines del siglo XIX. Las investigadoras reconstruyen las políticas públicas desarrolladas en Chile durante las primeras décadas del siglo XX en una región pobre de recursos y una escasa infraestructura sanitaria, aquejada por epidemias y una población que empleaba los métodos de curación que estaban a su alcance. Producto de la geografía y la falta de vías de comunicación, las autoras señalan que fueron intermitentes las delegaciones médicas, resultando dificultoso sostener el calendario de vacunación contra la viruela. Acorde a lo verificado en la historiografía latinoamericana sobre la salud y circuitos educativos, las escuelas, como dependencias estatales y de nuclearización de las niñeces, se transformaron en plazas de medicalización sirviendo como posibilidad, para el caso del altiplano chileno, de extender las campañas sanitarias a las familias de los niños escolarizados.

Estas acciones médicas y pedagógicas estuvieron presentes en los orígenes del sistema educativo argentino, un modelo que, si bien vio su génesis en la Capital Federal, tuvo una fuerte representación en el resto del país buscando extenderse por las provincias y Territorios Nacionales en espacios demarcados por la ruralidad. A inicios del siglo XX la escuela rural, sostenida por la ley de educación común y la Ley Laínez de 1905, propagó modelos de escolarización para la transmisión de saberes entre los que se encontraba el sanitarismo pedagógico y el ideal del “hombre higiénico”. [2] Orientadas, en general, para el modelo urbano, encendieron profusas discusiones en torno al tipo de organización de la escuela rural y el carácter psicológico de las niñeces campesinas como envés sociológico de las niñeces urbanas (Cammarota, 2023a; Cammarota, 2023b). Así, el trabajo de Vanesa Barrionuevo explora la construcción de la marginalidad y el niño campesino en la provincia de Santiago del Estero durante las primeras décadas del siglo XX. Para ello se sirve de un conjunto de publicaciones escritas por maestros rurales que esbozaron la imagen de las niñeces indígenas y empobrecidas, en escenarios materiales paupérrimas, estigmatizadas por asociaciones discursivas que escondían descripciones fenotípicas, psicológicas y conductuales. Según Barrionuevo, la denominación de “niño campesino” que atraviesan las obras de los docentes, buscaban invisibilizar el pasado étnico social forzando la “desaparición” de la categoría del “indio”. Hay que señalar que estas construcciones perfiladas en las memorias del magisterio argentino fueron tributarias de alardes biologicistas, de la medicina, la antropología, las teorías de las razas y el mito de la inteligencia en boga en Europa desde fines del siglo XIX (Barrancos, 2004) y que, de manera porosa, permearon la cultura escolar y la formación en las Escuelas Normales.

Finalmente, el trabajo de Carla Reyna analiza la Revista El Educador Sanitario, publicación que se hallaba bajo la órbita de la Dirección de Educación Sanitaria y Social de la Nación y tenía como objetivo difundir, entre públicos amplios, saberes técnicos y consejos prácticos sobre los modernos lineamientos desarrollistas en salud pública durante la década de 1960-1970. El texto avanza en el análisis de las editoriales médicas que ensalzaron la tríada ruralidad, migración y marginalidad refugiados en un discurso epistemológico que aunaba las ciencias médicas y la antropología como marcos referenciales de intervención sanitaria, bajo un telón de fondo donde los organismos internacionales propusieron medidas gubernamentales para revertir la inaccesibilidad a recursos esenciales como agua, alimentos, vivienda y asistencia médica. Los facultativos proyectaron desde la ciudad capital los problemas de la ruralidad en espacios denominados como extracéntricos sobre vastos sectores de la población migrante. Reyna señala que aún durante esos años la recurrencia al curanderismo y a la medicina casera; el predominio de la mala alimentación, la precariedad habitacional y las limitaciones psico-físicas para adaptarse al ritmo urbano, se erigieron como las problemáticas nodales de los grupos de inmigrantes.

A modo de conclusión, señalamos la necesidad de avanzar en diálogos académicos interdisciplinarios que ahonden y susciten nuevas pesquisas alejadas de los modelos de análisis centrados en las urbes. Los estudios rurales, la capacidad de agencia de diversos actores/as que compusieron el tejido social de las comunidades locales, la capacidad de las políticas públicas para integrar o, la ausencia de ella, los vaivenes en el mundo del trabajo, la cartografía social pincelada por la inmigración, el género, la etnia o el estudio de los núcleos familiares, las redes asociativas fundadas para mejorar el estado sanitario y educativo, entre otros tópicos; constituyen un aliciente que puede nutrir a futuro la agenda de investigación de nuestras perspectivas históricas.

Referencias bibliográficas

Álvarez, A. (2010). Entre muerte y mosquitos. El regreso de las plagas en la Argentina (siglos XIX y XX). Biblos.

Agostoni, C. (2014). Historias, enfermedades y salud pública. En C. Biernat & K. Ramacciotti (Eds.), Historia de la salud y la enfermedad: Bajo la lupa de las ciencias sociales (pp. 23-36). Biblos.

Aparicio, S., Gehlen, I., Romero, J., & Vitelli, R. (Eds.). (2019). Sociología rural emergente en América Latina. En Desarrollo rural y cuestión agraria (pp. 17-38). Teseo.

Barrancos, D. (2004). La construcción del otro asimétrico: Mitos científicos entre los siglos XIX y XX. Revista Argentina de Sociología, vol. ., (2), 7-26.

Barnes, B. (2005). Practice as collective action. En T. R. Schatzki, K. Knorr Cetina, & E. Von Savigny (Eds.), The practice turn in contemporary theory (pp. 25-36). Routledge.

Cammarota, A. (2023a). Débiles, anormales, higiénicos y civilizados. La medicalización de la niñez escolarizada en Buenos Aires ( 1884-1945), Buenos Aires, Imago Mundi.

Cammarota, A. (2023b). Las infancias rurales en la mira: campañas sanitarias, Aldeas escolares y Comisión Nacional de Ayuda Escolar (1936-1951). Revista Mexicana de Historia de la Educación, 11 (21), 31-60.

Capdepón, F. P. (2004). La geografía y las distintas acepciones del espacio geográfico. Investigaciones Geográficas (Esp), 34, 141-154.

Civera Cerecedo, A., Alfonseca Giner de los Ríos, J., & Escalante Fernández, C. (Eds.). (2011). Campesinos y Escolares. La construcción de la escuela en el campo latinoamericano. Siglos XIX y XX. Colegio Mexiquense.

De Certeau, M. (1996). La invención de lo cotidiano. Univ. Iberoamericana.

Gaignard, R. (1960). El estudio de los paisajes agrarios en Francia. Boletín de Estudios Geográficos, 28, 180-198.

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Lionetti, L. (2011) “Discursos, representaciones y prácticas educativas sobre el cuerpo de los escolares. Argentina en las primeras décadas del siglo XX”. Cuadernos de Historia. 34, 31-35.

Ortiz Bergia, M. J., & Salomón, A. (2017). Estado y bienestar rural argentino en la primera mitad del siglo XX. Un problema historiográfico. Historia Caribe, 12 (31), 19-44.

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Reyna C. (2019). La lucha antitracomatosa escolar en Santiago del Estero (1920-1940). Revista CS, (27) 13-35.

Rogers, E. M. (1973). La modernización entre los campesinos. Fondo de Cultura Económica.

Valcarcel, J. A. (2000). Los horizontes de la geografía. Ariel.

Williams, R. (2001). El campo y la ciudad. Paidós.

Notas

[2] El saber higienista, más que enseñar conocimientos referidos a la anatomía y la fisiología, buscó imponer prácticas reguladoras sobre las conductas individuales y colectivas (Lionetti, 2011).
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