Iniciación a la investigación

Nuevas ruralidades y multifuncionalidad en la agricultura. Una perspectiva histórica de Latinoamérica (1980-2020)

New ruralities and multifunctionality in agriculture. A historical perspective of Latin America (1980-2020)

Novas ruralidades e multifuncionalidade na agricultura. Uma perspectiva histórica da América Latina (1980-2020)

Fernando Darío Pintos
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina, Argentina

Estudios Rurales. Publicación del Centro de Estudios de la Argentina Rural

Universidad Nacional de Quilmes, Argentina

ISSN: 2250-4001

Periodicidad: Semestral

vol. 13, núm. 28, 2024

estudiosrurales@unq.edu.ar

Recepción: 30 Abril 2023

Aprobación: 12 Julio 2023



Resumen: El presente trabajo tiene como propósito analizar las particularidades de las nuevas ruralidades en Latinoamérica y las transformaciones en el ámbito rural. Comenzando con una aproximación conceptual, seguido de un recorrido histórico de las últimas cuatro décadas, para finalmente dar cuenta de los efectos en el sector primario, tanto de las políticas neoliberales, como de la globalización.

Palabras clave: Nuevas ruralidades, globalización, neoliberalismo, medio rural, Latinoamérica.

Abstract: The purpose of this paper is to analyze the particularities of the new ruralities in Latin America and the transformations in rural areas. It begins with a conceptual approach, followed by a historical overview of the last four decades, and finally, it will consider the effects of neoliberal policies and globalization on the primary sector.

Keywords: New ruralities, globalization, neoliberalism, rural areas, Latin America.

Resumo: O objetivo deste artigo é analisar as particularidades das novas ruralidades na América Latina e as transformações na esfera rural. Ele começa com uma abordagem conceitual, seguida de uma visão histórica das últimas quatro décadas e, por fim, analisa os efeitos das políticas neoliberais e da globalização no setor primário.

Palavras-chave: Novas ruralidades, globalização, neoliberalismo, áreas rurais, América Latina.

Introducción

En este artículo se pretende realizar un recorte de la bibliografía erudita sobre los efectos del neoliberalismo en los espacios rurales, analizar las diversas conceptualizaciones de las nuevas ruralidades, las transformaciones en los sectores primarios de la economía operadas a partir de la globalización. Los consecuentes efectos en las comunidades campesinas y las estrategias implementadas por dichas comunidades para afrontar esos desafíos.

Una aproximación a las nuevas ruralidades. cronología de las transformaciones

A partir de la década de 1980 la globalización y el neoliberalismo produjeron una serie de cambios estructurales en el ámbito rural, que se materializaron en las políticas públicas. Dichos cambios incidieron directamente sobre los actores sociales, en tanto parte de la estructura social agraria, devenidos en protagonistas de estas nuevas ruralidades.

Para una primera aproximación a la conceptualización de nuevas ruralidades, diremos que se trata de “las transformaciones en el mundo social que rodea el campo, así como los cambios en el nivel de la producción agraria, pivoteados por poderosos actores económicos” (Giarracca, 2001).

Asimismo, esas transformaciones de las áreas rurales, se caracterizan por un notable debilitamiento de la actividad primaria, dando lugar al surgimiento de nuevas actividades alternativas a la ruralidad tradicional. Así da cuenta, el trabajo de Giarracca, en el cual Reca y Echeverria, citado por Spoor (2002) demuestran que la participación del sector agrario latinoamericano en su conjunto pasó de representar un 15% en 1970 a un 10% en 1990 (Giarracca et al.,2004, p.14).

El panorama se agudiza a partir del último cuarto del siglo XX, ya que los países latinoamericanos fueron acentuando un marcado carácter agroexportador, dependiente de mercados extranjeros (Gomez,2015, p.3).

Este escenario quedaría inconcluso si no lo enmarcamos en el proceso de globalización iniciado a partir de la década de 1970, cuya influencia sobre el medio rural latinoamericano generó profundas transformaciones. En efecto esas transformaciones incidieron directamente sobre los productores y trabajadores rurales, forzados a adaptarse a nuevas condiciones impuestas por complejos agroindustriales vinculados a grandes empresas transnacionales.

Desde este estado de situación es posible rastrear una de las multicausalidades de las nuevas ruralidades, ya que tanto los organismos de crédito internacional (FMI, Banco Mundial), como las grandes corporaciones transnacionales agroindustriales (CTA) incidieron junto con liberalización del comercio mundial de productos agropecuarios para que los tradicionales productos de exportación de los países latinoamericanos sean transformados en importantes productos exportables. O en algunos casos reemplazados por productos de alto valor agregado (Teubal, 2001, p.49).

Asimismo, debemos mencionar el cambio de prioridades, que opera en Latinoamérica, donde la tierra, tradicionalmente concebida como recurso para la producción de alimentos básicos, se destina de manera creciente a la producción agropecuaria exportable, con la finalidad de pagar servicios de deuda externa (Teubal, 2001, p.51).

Estos cambios dieron como resultados consecuencias de diversa índole, por un lado, la disminución de las actividades primarias, en consonancia con un crecimiento de las del nivel secundario y terciario como la desagrarización, que dotó al medio rural de funciones antes inconsistentes, como el turismo y la agroecología. Es menester advertir un contrapunto al respecto de lo esbozado por Matijasevic Arcilla y Ruiz Silva (2013), a partir de una cita a Londoño (2008) afirma

la tercerización de la economía campesina hacia actividades como el turismo rural o la prestación de servicios ambientales no permite que los campesinos vayan a ser reconocidos más allá de su “valor folclórico”: “en este caso la prioridad sería conservar ciertos campesinos e indígenas para que vivan con sus ́usos y costumbres´ y atraer de esta forma visitantes que dejen utilidades y divisas. (p.82)

A diferencia de lo expuesto en la cita, hay discrepancias entre los cientistas sociales, Gómez (2015), por caso, sostiene que el valor del agroturismo y más precisamente de las actividades terciarias en el ámbito rural diversifica las actividades económicas y bien puede dar respuesta a ciertas problemáticas como el éxodo rural y la despoblación de los ámbitos rurales. Ya que como es de común conocimiento la agricultura genera una actividad estacional, las personas se ven obligadas a desarrollar distintas ocupaciones a lo largo del año (Gomez,2015, p.7).

A este fenómeno se lo denomina “empleo rural no agrícola” (ERNA en adelante), según la definición propuesta por Reardon, Berdegué y Escobar (2004) (Gomez,2015, p.7). El autor enfatiza que dicha acepción de ERNA remite a toda actividad distinta de la agricultura, como pueden ser la manufactura y los servicios. Es menester, la salvedad, en palabras de Dirven (2004), quién enfatiza que el objeto de estudio es el empleo de quien reside en una zona rural, calificada de ese modo por el censo de su país, y desarrolle una actividad no agropecuaria (Gomez,2015, p.7). Asimismo, el autor se encarga de soslayar que, no necesariamente las personas deben vivir en el área rural donde desarrollan su labor, sino que puede darse el caso de personas que vivan en áreas urbanas, realicen sus actividades laborales en áreas rurales.

El criterio para definir las nuevas ruralidades es puesto en tensión por algunos autores, que bien demuestran en su ensayo Matijasevic Arcilla y Ruiz Silva citan a Pérez (2006), quien caracteriza a la nueva ruralidad como “la ruptura de la dicotomía urbano-rural: el reconocimiento de campesinos, mineros, pescadores, artesanos, empresarios agrícolas y personas dedicadas al sector servicios como pobladores rurales” (…) (Matijasevic Arcila et al.,2013, p.31). Continúa enfatizando en la multifuncionalidad territorial, la pluriactividad con fin de preservar las economías rurales, la conservación de recursos naturales y la revalorización rural, entre otros aspectos.

Esta definición, que a nuestro entender es aceptada por Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), surgen voces críticas, por un lado, Kay (2009), que pone el foco en su origen europeo, y su perspectiva orientada a los actores. En otros términos, una carencia de enfoques estructurales.

Por su parte, quien va más allá en su juicio es Rubio (2002), que le cuestiona a este enfoque una carencia de una posición crítica ante la desagrarización, la concepción de la dicotomía ciudad-campo e industria-agricultura, pero sobre todo por sus análisis apolíticos (Matijasevic Arcila et al.,2013, p.31).

Lo cierto es que este nuevo paradigma de las nuevas ruralidades, renovó la agenda científica en el corto plazo, según Llambí y Pérez (2007) entre los macroprocesos globales y territoriales y una contribución a largo plazo en el ámbito de la sociología rural latinoamericana (Matijasevic Arcila et al.,2013, p.31).

Otro aspecto relevante de las nuevas ruralidades, es el expuesto por Grammont (2008), que desarrolla el concepto de ruralización en donde la periferia de las ciudades se convierte en espacio de acogida de los antiguos campesinos tradicionales, sin posibilidades de convertirse en asalariados, ni tampoco de recibir ayudas sociales. Se da un proceso de doble hibridación cultural, con la consiguiente urbanización del espacio rural y ruralización del ámbito urbano, donde los migrantes indígenas introducen sus hábitos culturales.

Con respecto a la hibridación, nos parece destacable el concepto introducido por Llambí (2010), que señala que no existe una ruralidad, sino varias, pretendiendo superar la dicotomía urbano-rural, asimismo afirma la importancia de diferenciar entre territorios rurales y rururbanos[1] o en proceso de urbanización, caracterizando a los primeros por su mayor relación con la agricultura (Matijasevic Arcila et al.,2013, p.28).

Vinculado con lo anterior, otro de los matices que conforman el universo rural latinoamericano, nos debemos detener en el ámbito rural y más precisamente en la pobreza rural, según Klein, ésta es mucho mayor en quienes practican trabajos agropecuarios que entre aquellos que se dedican a actividades no agrarias en el medio rural.[2] (Gomez,2015, p.5).

De modo accesorio, surgen visiones de tipo descampesinistas, como es el caso de Craviotti y Soverna (1999) quienes sostienen que el avance del capital, da como resultado una consecuente proletarización del campesinado, identificados como “pobres rurales”, sumados a asalariados, productores familiares empobrecidos y aborígenes (Barbetta et al, 2012, p.6).

Como puede inferirse la implementación de las políticas neoliberales, trajo como consecuencia la concentración y la exclusión en el ámbito rural latinoamericano. Como bien explica Kay (2009), la implementación de políticas de desarrollo rural en las últimas tres décadas ha resultado insuficientes en Latinoamérica para paliar la pobreza. Una muestra de ello es que durante la década pasada el 38% de las familias rurales vivía por debajo de la línea de pobreza. A partir de 2003 esa pobreza experimentó una reducción, para crecer desde el 2008 (Barbetta et al, 2012, p.6).

Consideraciones finales

Para concluir podemos afirmar que el paradigma de las nuevas ruralidades presentó una renovación en la agenda científica. Por otra parte, a partir del presente estudio concluimos en que tanto las actividades terciarias en el ámbito rural, como las actividades agropecuarias deben ser acompañadas por políticas públicas de fomento. En este sentido, los desequilibrios en la distribución de la tierra, las infructuosas respuestas por los Estados latinoamericanos a esa problemática a lo largo del siglo XX, es parte del problema que no abordamos y podría ser objeto de estudio de un futuro trabajo.

A este cuadro de situación se le agregan otros aspectos mencionados como la dependencia de los países latinoamericanos de los organismos de crédito, de las potencias extranjeras y de las corporaciones transnacionales agroindustriales, son factores que fueron delineando la realidad que viven los países de la región. Las nuevas ruralidades son un intento por superar las desigualdades del medio rural.

Referencias

Barbetta, P., Domínguez, D. y Sabatino, P. (2012). La ausencia campesina en Argentina como producción científica y enfoque de intervención. En Mundo Agrario Vol. 13, No 25, Centro de Estudios Histórico Rurales de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata.

Cardoso, M.; Fritschy, Blanca A. (2012). Revisión de la definición del espacio rururbano y sus criterios de delimitación. En Revista: Contribuciones Científicas. vol. 24 pp. 27 – 27. Buenos Aires.

Giarracca, N., y B. Levy (2004). Ruralidades latinoamericanas: identidades y luchas sociales. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

Gómez Pellón, Eloy (2015). Aspectos teóricos de las nuevas ruralidades latinoamericanas. Gazeta de Antropología, 31.

Grammont, H. (2008). El concepto de nueva ruralidad en Pérez Correa E., Farah Quijano A. y Grammont H. (Compiladores), La nueva ruralidad en América Latina. Avances teóricos y evidencias empíricas. Editorial Pontificia Universidad Javeriana: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

Kay, C. (2009). Estudios rurales en América Latina en el periodo de globalización neoliberal: ¿una nueva ruralidad? Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Sociales.

Llambí Insua, L. y Pérez Correa, E. (2007). Nuevas ruralidades y viejos campesinismos. Agenda para una nueva sociología rural latinoamericana. Cuadernos de Desarrollo Rural, núm. 59, julio-diciembre, Pontificia Universidad Javeriana Bogóta. Pp.37-61.

Matijasevic Arcila, M. y Ruiz Silva, A. (2013). La construcción social de lo rural. Revista Latinoamericana de Metodología de la Investigación Social -ReLMIS. N.º 5. Año 3. Abril-septiembre 2013. Argentina. Estudios Sociológicos Editora. ISSN 1853-6190. Pp.24-41.

Teubal, M. (2001). “Globalización y nueva ruralidad en América Latina”. En Giarracca N. (Compilador) ¿Una nueva ruralidad en América Latina? Buenos Aires. CLACSO.

Notas

[1] Es un neologismo empleado para referir a un proceso evolutivo que afecta a la periferia de ciertas ciudades (…) según G. Bauer y J. M. Roux, (1976), es una expresión que identifica a las áreas que rodean a las ciudades antiguas donde, la presencia dominante de viviendas unifamiliares, dispersa y aislada, cohabita con la persistencia de áreas agrícolas y forestales (o naturales) (Cardoso et al., 2012, p.32).
[2] El 44% de la población rural con empleos no agropecuarios era pobre en la primera mitad de 1990, esa pobreza avanzaba hasta el 73% entre la población activa del medio rural dedicada a la agricultura. Klein (1993)
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