Reseña

RESEÑA DEL LIBRO DE MATÍAS EMILIANO CASAS (2018), LA TRADICIÓN EN DISPUTA. IGLESIA, FUERZAS ARMADAS Y EDUCADORES EN LA INVENCIÓN DE UNA “ARGENTINA GAUCHA”,1930-1965. ROSARIO, ARGENTINA: PROHISTORIA EDICIONES.

Silvana villanueva
consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Centro Interdisciplinario de Estudios Políticos, Sociales y Jurídicos, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires , Argentina

RESEÑA DEL LIBRO DE MATÍAS EMILIANO CASAS (2018), LA TRADICIÓN EN DISPUTA. IGLESIA, FUERZAS ARMADAS Y EDUCADORES EN LA INVENCIÓN DE UNA “ARGENTINA GAUCHA”,1930-1965. ROSARIO, ARGENTINA: PROHISTORIA EDICIONES.

Estudios Rurales. Publicación del Centro de Estudios de la Argentina Rural, vol. 9, núm. 18, 2019

Universidad Nacional de Quilmes

Casas Matías Emiliano. La tradición en disputa. Iglesia, Fuerzas Armadas y educadores en la invención de una “Argentina gaucha”, 1930-1965. 2018. Prohistoria Ediciones. 214pp.. 978-987-3864-98-8

Recepción: 08 Agosto 2019

Aprobación: 22 Agosto 2019

¿Por qué la tradición aparece ligada indefectiblemente al campo y al gaucho? Resulta este uno de los interrogantes iniciales en el recorrido que Matías Emiliano Casas realiza en su libro La tradición en disputa. Iglesia, Fuerzas Armadas y educadores en la invención de una “Argentina gaucha”, 1930-1965, para sumergirse en un profundo análisis del proceso de construcción de las tradiciones en la Argentina del siglo XX. La constitución de esa relación y los actores involucrados en la misma, son los elementos indagados en este trabajo en el que el autor, nos plantea reflexionar sobre la configuración y reconfiguración de la tradición nacional. Casas se propone ahondar en la conformación de las tradiciones desde un punto de vista histórico, descartando la concepción esencialista de la misma y retomando el clásico abordaje que en La invención de la tradición realizan Eric Hobsbawm y Terence Ranger. Para ello recupera los aportes sobre el estudio de la tradición de Richard Handler y Jocelyn Linnekin, y se encamina en el objetivo de desentrañar la construcción de la asociación entre el gaucho y lo rural y la tradición nacional, a través de indagar en aquellos actores e instituciones y los mecanismos utilizados para llegar a establecer tal relación.

Su trabajo se remite al período que transcurre entre 1930 y 1965 considerando que, allí quedaron plasmados las bases de la tradición nacional sustentada en el campo y los componentes gauchescos. Aquí, retoma algunos ejes de su abordaje en su obra Las metamorfosis del gaucho: círculos criollos, tradicionalistas y política en la provincia de Buenos Aires (1930-1960), donde describe el resurgimiento gauchesco y la sanción de la ley que da lugar al Día de la Tradición durante la década del treinta. Su análisis finaliza en la década del sesenta ya que considera la misma como un tiempo de profundos cambios culturales considerándola como la década rebelde. La Fiesta de la Tradición resulta el punto de partida de su estudio para luego, profundizar en el rol que jugaron instituciones como la Iglesia, Las Fuerzas Armadas y la escuela en la consolidación del vínculo entre el componente gauchesco y rural y la tradición nacional, y también ahonda en las diversas interpretaciones que sobre estos elementos circularon hacia el interior de las mismas. Para sumergirse en éste análisis, recurre a producciones escritas como periódicos locales y nacionales así como a los que se producían y circulaban en el interior de éstas instituciones.

El primer capítulo titulado De San Antonio de Areco a La Plata. La Fiesta de la Tradición y la “purificación” de las urbes, se adentra en el trasfondo de los primeros festejos del Día de la Tradición, las disputas entre San Antonio de Areco y La Plata por su organización y, en las formas en que estas celebraciones entendían la tradición. Para ello, recuerda que la celebración del Día de la Tradición fue incorporada en el calendario de las celebraciones patrias a partir del decreto del 9 de agosto de 1939, donde adquirió un importante rol la Agrupación Bases de la Plata en la propulsión del mismo.

A lo largo del capítulo, Casas enumera y describe los vaivenes que atravesó la celebración en sus primeros años. Se adentra en las referencias y la caracterización que se hacía a la figura del gaucho, la reivindicación de escritores como Hernández y Guiraldes, los debates en torno a la legitimidad de las sedes que se disputaban los festejos oficiales de la celebración y, la participación de instituciones políticas en los mismos para dar cuenta de los sentidos que se esconden detrás de los festejos.

Para tal abordaje recupera las palabras de los protagonistas así como la circulación de información sobre la celebración que hacia la prensa local y recurre a los archivos de instituciones participantes como los de la Agrupación Bases. A través de estas fuentes, recupera las diferentes miradas sobre el gaucho que emanaban del periodo así como los valores a los cuales se vinculaba y la caracterización del espacio geográfico en el que habitaba. Sin embargo, a pesar de las diferentes interpretaciones que encuentra, Casas reconoce un elemento que se repite en estas celebraciones y es el culto a la religión católica que se expresaba durante la celebración.

En el segundo capítulo del libro se adentrará en la caracterización de esta identificación. La tradición rural y la tradición católica. Las apropiaciones del gaucho en pos de la evangelización describe la confluencia entre el interés de los distintos sectores de la Iglesia por reafirmar la identidad católica de la nación y la construcción de una tradición rural, gaucha y católica para la Argentina. Al entender de Casas, la religión del gaucho se convirtió en eje de interpretaciones de diferentes actores que se propusieron caracterizar esa identidad. La divulgación de las mismas se dio a través de medios de comunicación como El Diario del Pueblo, o mediante la participación de los curas que a través de diferentes recursos buscaban llegar a las zonas rurales. Las contradicciones que emergieron en las disimiles interpretaciones de los autores sobre el carácter católico del gaucho, tuvieron su correlato en algunas producciones costumbristas y en diversos ensayos que intentaron delimitar su figura. La asociación del gaucho a la religión judía o al beduino árabe así como su carácter mestizo fueron otras de las aristas que profundizaron los debates en torno a la figura del gaucho dentro de la institución católica. Casas considera que la figura del gaucho fue utilizada, no sólo para acercar a los hombres a los oficios religiosos sino también con fines formativos, a través de otorgarle a él distintos valores y comportamientos, asociándolo a personajes religiosos e inclusive a la del propio Jesucristo.

En el capítulo tres, denominado El “gaucho soldado” y la tradición. La disputa en el espacio castrense por un modelo gauchesco al servicio de la patria, el eje de análisis se centra en otras de las instituciones que al entender del autor promovieron la asociación del gaucho con la tradición nacional: las Fuerzas Armadas. Como afirma, los años treinta funcionaron como motor para nuevas representaciones del gaucho y la tradición en términos castrenses. Es así, que a través de del ámbito militar, los centros tradicionalistas y los discursos oficiales, el “gaucho soldado” y su participación en las contiendas militares de la emancipación nacional paso a ser una identificación usual en el período. ¿Qué lugar le cupo al gaucho y a la tradición en las interpretaciones nacionalistas del espacio militar? ¿Qué entendía el gaucho por patria? Son algunos de los interrogantes que guían el análisis de Casas a lo largo de este capítulo. Para ello recurre a algunas revistas de circulación institucional como La Revista del Suboficial o la Revista Nativa del Ministerio de Marina. A través de estos medios, circularon poemas, ilustraciones, crónicas y ensayos que exaltaban la participación del gaucho en lugares y momentos claves de la historia nacional como las invasiones inglesas, las batallas contra los realistas, su participación en los granaderos dirigidos por José de Sana Martin y en las montoneras comandas por Martin Güemes. Como describe Casas a lo largo del capítulo, estas interpretaciones suscitaron nuevos interrogantes en torno a la figura del gaucho soldado así como despertaron fuertes cuestionamientos. La concepción de un gaucho patriota, el soldado desertor y la incorporación del caballo criollo como compañero inseparable fueron algunos de los tópicos que caracterizaron los debates dentro de la institución castrense sobre la relación entre el gaucho y la tradición nacional.

También las instituciones educativas constituyeron un espacio de configuración y reconfiguración de esta relación. La tradición a la escuela. El imaginario gauchesco y el ámbito rural como recursos para la “educación patriótica”, profundiza en este universo. ¿Cómo se interpelo el carácter patriótico de la educación en los docentes y alumnos? ¿Qué función se le otorgaría a la tradición gauchesca en ese contexto? ¿En qué medida se retomó la representación del gaucho patriota que habría derramado su sangre por la nación? Son las principales preguntas con las que Matías Emiliano Casas trenza este capítulo. A través de revistas destinadas al espacio educativo, como La Obra y El Monitor, y el análisis de textos escolares que también incorporaron esas temáticas en sus lecturas para los alumnos, profundiza en su análisis. Nuevamente, los artículos, cuentos e ilustraciones que en éstas revistas circulaban, ayudan al autor a acercarse a las funciones otorgadas a la escuela y a la maestra en particular, en la trasmisión de la tradición nacional, así como también, identificar cómo se fueron incorporando la figura del gaucho, la evocación de elementos camperos y el Día de la Tradición, dentro del ámbito educativo. Paralelamente diferentes instituciones, como el Consejo Nacional de Educación, el Instituto Nacional de la Tradición y la Comisión Nacional de Folklore y Nativismo, promovieron la difusión de la tradición y su aporte pedagógico. Al entender de Casas, tanto el gaucho como su ambiente cotidiano, el campo, fueron edulcorados para introducirse en las aulas escolares.

Finalmente, el último capítulo, La Tradición for export, aborda la difusión de la Argentina gaucha más allá de la fronteras nacionales a través del rol fundamental que al entender del autor jugaron: las muestras de pintura en el exterior, cuyos máximos referentes fueron Cesáreo Bernaldo de Quirós, Osvaldo Gasparini y Florencio Molina Campos; la atención de la industria cinematográfica norteamericana por temáticas gauchescas, cuyo ejemplo más significativo fue el interés despertado en Walter Disney y la producciones por su empresa realizadas; el raid de Marcelino Soulé hacia Washington, para mostrarle al mundo cómo eran los gauchos de verdad; por último, los espectáculos, principalmente musicales, que se ofrecían en diversos lugares. Una personalidad que Casas recupera, como importante en este proceso de difusión en el exterior, fue la de Edward Larocque Tinker quien fundó la exposición permanente The hall of the horsemen of the Americas en la Universidad de Texas, quien consideraba al gaucho como símbolo de los valores que la civilización ha perdido.

Matías Emiliano Casas, recupera los distintos actores que contribuyeron a consolidar la tradición gaucha como característica estructural de la argentinidad. Tras el recorrido que hace en este trabajo, concluye que, lejos de ser algo espontáneo, dado y lineal, los elementos considerados constitutivos de la tradición nacional han sido motivo de disputa y debates suscitados en el seno de instituciones (como las Fuerzas Armadas, la Iglesia Católica y las escuelas) que tenían un rol preponderante en la dinámica social del período. Su aporte radica en ahondar y pensar cómo se fue elaborando la asociación entre los elementos gauchescos y la tradición nacional (en un período posterior a la década del veinte) que dio lugar a la consolidación de la representación de una Argentina Gaucha que, como afirma Casas, ha dejado pocos espacios a quienes pretendieron refutarla.

RESEÑA DEL LIBRO DE MATÍAS EMILIANO CASAS (2018). LA TRADICIÓN EN DISPUTA. IGLESIA, FUERZAS ARMADAS Y EDUCADORES EN LA INVENCIÓN DE UNA “ARGENTINA GAUCHA”, 1930-1965. ROSARIO, ARGENTINA: PROHISTORIA EDICIONES.

RESEÑA DEL LIBRO DE MATÍAS EMILIANO CASAS (2018). LA TRADICIÓN EN DISPUTA. IGLESIA, FUERZAS ARMADAS Y EDUCADORES EN LA INVENCIÓN DE UNA “ARGENTINA GAUCHA”, 1930-1965, ROSARIO, PROHISTORIA EDICIONES.

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