Dossier
¿Cómo se construyen los saberes ambientales en las comunidades indígenas de mujeres?
How is environmental knowledge constructed in indigenous women's communities?
Estudios Rurales. Publicación del Centro de Estudios de la Argentina Rural
Universidad Nacional de Quilmes, Argentina
ISSN: 2250-4001
Periodicidad: Semestral
vol. 11, núm. Esp.23, 2021
Recepción: 03 Agosto 2021
Aprobación: 01 Octubre 2021
Introducción
Históricamente en Bolivia como república se ha renegado contra el mestizaje; porque ha sido una ideología oficial del estado, bajo la lógica de la inexistencia de indígenas, en contraposición a si quieres ser un ciudadano tienes que reconocerte como mestizo, ello generó una invisibilización de los pueblos indígenas, buscando una ciudadanía criolla como modelo. Por lo que es natural que exista resistencia y rechazo a la idea del mestizaje.
Silvia Rivera Cusicanqui (2018) señala que si bien existió mucha violencia, violación y coacción, salir de la comunidad y abandonar la cultura ancestral ha sido una forma de no morir, de sobrevivir. Siendo que ha habido una apuesta femenina por el mestizaje, por sobrevivir al despojo, al horror del trabajo forzado en las minas, y de algún modo, esconderse de la mirada colonizadora. Es importante valorar a esas mujeres que han optado por ese camino, al ser rechazadas por la comunidad y rechazadas por la sociedad dominante.
Saberes como conocimiento colectivo
Existen muchasy diversas aproximaciones teóricas con relación a la construcción colectiva de los saberes de los pueblos indígenas. En este sentido,cabe destacar a José Narciso Jamioy quien señala el elemento de complementariedad al identificar, desde su experiencia, a los saberes de su comunidad como “un proceso de conocimiento colectivo, orientado a la toma de conciencia de la sabiduría que su creador les ha asignado para garantizar la identidad en la vida de las comunidades” (Jamioy, 1997).
Las formas de transmisión de los saberes gozan de un carácter dinámico y responden a un momento y lugar determinado. Siendoque los saberes de los pueblos indígenasson “recíprocamente complementarios, y se transmiten para el servicio de todos” (Jamioy, 1997). Por ello se puede afirmar que los saberes transmitidos se originan desde sus identidades culturales, se custodian y se comparten como aporte al desarrollo intelectual de la humanidad.
Desde el enfoque de Jamioy la transmisión de saberes se configura a la vez como un deber y como un derecho. El cual se ejercita a través de la cultura, la medicina, los rituales y manifestaciones espirituales de cada uno de los pueblos indígenas. Y de esta manera les permite reafirmarse en su propia identidad.
Si bien existen coincidencias entre los planteamientos anteriores y el estudio de las formas de transmisión de saberes por mujeres indígenas campesinas, se pueden identificar, entre otras, dos diferencias: a) Para la mujeres la transmisión de saberes no es un deber/derecho, sino constituye un privilegio el compartir y entretejer sus conocimientos con otras; b) En el caso de las mujeres indígenas el proceso de co-construcción de saberes, mas que reafirmar su identidad, configura y amplia nuevos elementos identitarios.
En el caso de las mujeres indígenas existe una participación ampliada de la comunidad. Siendo las mujeres mayores (ancianas) lasguardianas de conocimientos ancestrales y vitales, por otra parte, la participación de jóvenesquienes asumen el compromiso de conservar tradiciones y compartirlas.
Sin embargo, es importante destacar que en los espacios de mujeres (círculos) la transmisión de saberes tiene una característica de intercambio intergeneracional en constante dinámica y multisentido.
Para las mujeres rurales, la importancia del lugar que habitan va más allá de un escenario físico o mapa/territorio. Es fuente de vida, factor de producción y equilibrio de comunidad (tejido).
Lo anterior es abordado en la obra de Osorio y Villegas (2010) declarando que reconstruir el tejido social y los proyectos de vida exige la estabilidad y recuperación emocional de los sujetos a nivel individual y colectivo. La importancia de esta oportunidad, permite a las mujeres en comunidad con otrassanar y ser capaces de construir, reconstruir y co-construirse.
Por su parte, Fuentes López y otras (2010) señalaban que las mujeres rurales (indígenas campesinas) son portadoras de una serie de actitudes y conocimientos que se pueden considerar un importante activo a su favor. Esto les permite aprovechar conocimientos y activos culturales y genera el fortalecimiento de sus organizaciones y condiciones favorables para el ejercicio de sus derechos.
Se debe destaca que el mapa/territorio se configura como la metáfora masculina de la etnicidad y por tanto de la idea estática de los pueblos indígenas. Existiendo una clara diferencia en caso de la mujeres, pues como señalan Bórquez y Ardito (2009) la tierra es vista como un derecho encadenado a otros activos que permiten que esta adquiere un valor real para el mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres, fortaleciendo sus capacidades y desencadenando nuevos procesos de afirmación identitaria personal y colectiva.
El Tejido, tejer, entretejerse
Durante los diferentes procesos históricos las mujeres recrearon un “tejido” en las ciudades, a partir de actividades como comercio, artesanías y servicios, creando una especie de tercera república, a diferencia de la república de indios y la república de españoles. Esa tercera república presentaba una contradicción, en la tendencia dominante a acriollarse, y en contraposición volver a la comunidad como una utopía. Entonces se ha recreado la sociedad chola, y la mujer chola ha creado una cultura en yuxtaposición de elementos españoles e indígenas; pero con un fuerte arraigo en rituales y prácticas cíclicas. Es esa sociedad chola, la que hoy se autoidentifica como indígena.
Este proceso histórico ha permitido que las mujeres puedan desarrollar una sensibilidad para interactuar con “otras y otros”, externos a las comunidades; superando la barrera que imponen los multiculturalismos oficiales neoliberales que producen una noción cercada de etnicidad, equivalente a un pedazo o extensión territorial, con límites y limitaciones.
La investigadora Sarela Paz analiza la obra de Gabriela Canedo, quien denomina el proceso anterior como la “utopía cercada”, es decir, el mundo indígena que ha luchado por un espacio de libertad, ha quedado cercado por fronteras territoriales, este cerco ayuda a fortalecer los mitos de que lo indígena es estático, inmutable, esencialista. Ya que la visión de territorio es insuficiente para explicar a la etnicidad como alternativa que se pueda proyectar al conjunto de la sociedad.
El mapa/territorio con límites es la metáfora masculina de la etnicidad, en cambio para Rivera Cusicanqui, el tejido es la metáfora femenina de la etnicidad, porque se entretejen en una trama propia junto con los diversos, los de otros lugares, de otras culturas y ese ha sido un rasgo que explica la ductilidad de la cultura para reproducirse en contextos distintos.
Las mujeres han enfrentado los desafíos de la modernidad sin una pérdida sustancial de sus criterios y sus referentes culturales propios. Por lo anterior, se realizará un abordaje al entretejido construido y compartido en la actualidad, a través de saberes ambientales de las mujeres indígenas y su vínculo con el mundo contemporáneo.
Tejido vs. Mapa/Territorio
Es pertinente para comprender la diferencia entre la utopía cercada y la posición de las mujeres indígenas campesinas realizar una aproximación detallada del alcance de cada uno de estos aspectos.
La utopía cercada, hace referencia a la metáfora masculina de la etnicidad. Idea que se aproxima a la necesidad del statu quo o inmutabilidad esencialista de lo indígena, de su historia y saberes. Los cuales, desde esta óptica, son incapaces de transformarse e incluso se justifica “románticamente” lo estático.
Pero a su vez el criterio del mapa/territorio identifica que se ha justificado que los indígenas queden cercados por fronteras territoriales. Es decir, que se les asigne un espacio (Territorio) que a su vez se les limita (Mapa). Esta utopía cercada anquilosa a lo indígena.
En el caso de las mujeres indígenas la relación es con el TEJIDO: metáfora femenina dela etnicidad; criterio que se visibiliza a través de las relaciones conformadas entre mujeres, que entretejen su propia historia y evolución personal y colectiva.
Sin embargo, en el caso de las mujeres, estas entretejen a partir de la diversidad, en otros lugares y con aproximaciones a diversas culturas. Esto denota su amplitud y respeto a la alteridad o a la diferencia. Es un reflejo de la adaptabilidad de reproducir (construir) cultura en contextos diversos.
Las mujeres indígenas campesinas como guardianas de los saberes ambientales y medicina tradicionales, a través de su adaptación, contribuyen a generar equilibrio sistémico y comunitario, siendo que visualiza la importancia como mecanismo de resiliencia del entorno.
Por otro lado, dentro de sus actividades principales destaca la vocación agro y eco productiva en tierras pequeñas. Fomentando por sus características espacios de sororidad y acompañamiento a través de círculos de mujeres, de carácter intergeneracional.
Para finalizar las referencias a estos conceptos, es importante destacar que la lógica del mapa/territorio = utopía cercada, es y ha sido instrumentalizada por diferentes espacios de poder y gobiernos para asignarle un enfoque utilitario a lo indígena. Ello también se evidencia en organizaciones sindicales relacionadas (formas, estructura y participación); así como en la promoción de políticas públicas de enfoque extractivista, bajo la lógica de apropiación del entorno, de los bienes comunes, motivados por la aspiración del control y dominio de la naturaleza.
En contraposición, la estructura TEJIDO, se fundamenta en el enfoque de conciencia y colaboración promovido por la realidad, intereses y necesidades, identificados a través de círculos de mujeres, espacios en donde se promueve la autoconservación cultural; pero además se permite a través de espacios dialógicos y colaborativos el co-construir o entretejer saberes.
Sabiduría ambiental: Espiral ascendente
En referencia a cómo se transmite el conocimiento entre las mujeres indígenas, se concentran informalmente en la cotidianidad y el relacionamiento personal y desde lo asociativo mediante espacios de sororidad. El entretejido establece vínculos, fundamentos, redes de confianza y espacios para compartir.
Sin embargo, la dinámica de la co-construcción de saberes ambientales se desarrolla bajo una lógica de círculos de mujeres o más bien, bajo la idea de una espiral ascendente y creciente que permite ampliar conocimientos, ampliar la redes, ampliar los lazos, ampliar los afectos y la confianza.
Estos dos últimos criterios configuran el fundamento de los procesos de transmisión de saberes y co-construcción de conocimientos. Puesto que cuando entre las mujeres existen afectos: se escucha a las otras y lo que comparten, sin temor y sin juzgar. Y cuando existe confianza: se habla, comparte y trasmite saberes con honestidad, reconociendo a las otras, como nuevas guardianas de la sabiduría y el conocimiento heredado previamente.
El conocimiento y los saberes ambientales en los círculos de mujeres previos, a través del afecto y la confianza irán nutriendo a los siguientes círculos de mujeres ampliados y que serán a la vez la base de los posteriores, dentro de una dinámica de constante crecimiento en confianza y respeto.
Conclusiones
Los saberes y conocimientos de los pueblos indígenas como deber/derecho, en el caso de las mujeres indígenas campesinas se transforman en un privilegio de transmitir sabiduría.
El mapa/territorio se configura como una metáfora masculina de la etnicidad que ha sido instrumentalizada en desmedro del medio ambiente por diferentes instancias de poder.
Las mujeres de forma dinámica se han adaptado para co-construir conocimientos y adecuarse a realidades ambientales diversas y relacionamiento multicultural.
Los afectos y la confianza permiten entretejer lazos entre las mujeres y con base a ellos compartir y construir saberes ambientales para mejorar y transformar sus realidades.
Referencias
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Fuentes López, A., Medina Bernal, P., y Delgado, S. (2010). Mujeres rurales: nuevas y viejas exclusiones. Estudio exploratorio sobre el Marco jurídico y los obstáculos para el acceso y control de la tierra de las mujeres en Centroamérica, Colombia, Venezuela y República Dominicana, Bogotá. Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), Centro de Mujeres Afrocostarricenses y FIDA.
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Osorio Pérez, F. y Villegas Caballero, H. (2010). Uno en el campo tiene esperanza. Mujeres rurales y recomposición en el acceso, tenencia y uso de la tierra por el conflicto armado en Buga, Colombia. Bogotá, Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) e International Land Coalition - América latina.
Rivera Cusicanqui, S. (2003). Oprimidos pero no vencidos. Luchas del campesinado aymara y quechwa 1900-1980. Ediciones Yachaywasi.
Rivera Cusicanqui, S. (2018). Un mundo ch’ixi es posible: Ensayos desde un presente en crisis. Tinta Limón.
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